viernes, 18 de marzo de 2011

REGRESO A WANAKA Y QUEENSTOWN


16 de Marzo WANAKA: Rob Roy Track

Amanece un día soleado, desayunamos con tranquilidad y estamos indecisos, no sabemos si hacer unos rápidos en kayak cerca del  lago Wanaka o intentar llegar hasta el Rob Roy Track, al final nos decidimos por esta última opción (es gratis y “no nos  mojamos”).

El primer día de caravana ya intentamos llegar hasta este trekking, pero nos dimos la vuelta al  tener que hacer bastantes kilómetros por una carretera sin asfaltar. Ahora nos informamos y nos confirman que es posible llegar hasta allí con la caravana, sólo hay que tomárselo con tranquilidad e ir despacio.

Entre una cosa y otra, nos ponemos en marcha a las 11 de la mañana, son 50 kilómetros para llegar al inicio del sendero, de los cuales  la mitad son por una carretera de gravilla.

Todo el camino se hace por un valle entre granjas de vacas, ovejas y gacelas, muchas están  sueltas y se cruzan.






 Al llegar a la parte sin asfaltar todo en la caravana comienza a temblar, pero ya sabíamos que  pasaría, nos tranquiliza ver a otras caravanas que hacen lo mismo. Vamos despacio, a una media de 40 km/h. 



Llegamos a un punto donde un cartel nos indica que la carretera se complica aún mas y que no es aconsejable transitar por ella si llueve,  la razón la encontramos un poco mas adelante: hay que pasar por un pequeño arroyo, un cartel indica que quedan 10 kilómetros para  llegar, hay algunas caravanas estacionadas a un lado ¿qué hacemos?¿cruzamos?¿aparcamos y hacemos los 10 kilómetros andando? ¿nos damos la vuelta? Vemos como una furgoneta pasa el arroyo, decidido, cruzamos.

 
Avanzamos unos 6 kilómetros más y un nuevo arroyo se cruza en nuestro camino, ahora sólo quedan 4 para el sendero, pensamos que podemos dejar la caravana allí y hacerlos andando y eso hacemos. Cuando llevamos unos 500 metros andando hacemos dedo a una furgoneta que se acerca (por su cuela) y coló, una pareja nos recoge y nos lleva hasta el final del camino (aclarar que es una carretera que no tiene salida, su único cometido es llegar hasta este sendero). En esto 4 kilómetros atravesamos al menos 5 arroyos más.

Hemos tardado mas de dos horas en hacer los 50 km, son ya la 1 y media de la tarde, y nos queda unas 3 horas y media de sendero (ida y vuelta), nos comemos unos bocadillos y nos ponemos en marcha. Este camino transcurre primero por una pradera muy bonita,  y tras cruzar un puente colgante (de los que se mueven) te introduce en una garganta con bastante vegetación, el sendero es estrecho y  la primera media hora tiene bastante pendiente. Observamos como el día soleado que teníamos hace media hora va desapareciendo y unos grandes nubarrones se acercan a gran velocidad. Además el sendero se complica ya que el camino cada vez es mas estrecho y encontramos carteles de advertencia sobre riesgo de corrimientos en distintos puntos (esto no impide que personas mayores, bien equipadas,  estén haciéndolo.). Cuando queda una media hora para llegar al glaciar (punto final del trayecto de ida), comienza a llover, nos preocupa porque no llevamos ropa para la lluvia (hace dos hora no había  ni una nube) y porque el terreno que pisamos se puede complicar y si resbalas te esperan unas aguas rápidas y frías.  Continuamos unos diez minutos mas, pero la lluvia es cada vez mas fuerte, así que media vuelta y a toda pastilla dejamos atrás al sendero adelantando a mas de un excursionista.





Cuando llegamos al parking del sendero, aún nos quedan 4 kilómetros para llegar a nuestra caravana y llueve fuerte, abordamos a una familia que se marcha y  muy amablemente nos acercan hasta nuestra caravana, es un coche grande y como no cabemos Belén va en el maletero (no asustaros no es un maletero cerrado la vemos y puede respirar).
Desde allí tardamos  una hora, mas o menos, en llegar al camping. Esta noche no toca cocinar, tras la ducha nos vamos al pueblo y cenamos en un Tailandés.

17 de Marzo ARROWTOWN y GLENORCHY

Hoy nos levantamos a las 8 de la mañana (20 horas en España), la prioridad intentar ver el partido del Real Madrid y el Lyon, en el camping hay una sala de TV con canales internacionales y en canal ESPN retransmiten los partidos de champions, pero como estos de aquí son medio ingleses en directo dan el Chelsea y el  Real Madrid en diferido. Plan B, tenemos wifi gratis en este camping, buscamos en varias páginas y aunque con cortes podemos verlo en el portátil, el problema es que los camping hay que dejarlo a las 10 de la mañana. Aguantamos hasta el 2 – 0, son las 10:20, y queda poco partido, nos marchamos contentos pero con algo de incertidumbre.

Hoy es el último día de caravana, mañana sale el vuelos desde Queenstown  así que dormiremos allí. El día está lluvioso,  de Wanaka a Queenstown, hay una hora escasa de coche, y antes de llegar nos desviamos un poco hasta Arrowtown, localidad muy bonita, fue en su día un enclave importante debido a la fiebre  del oro (siglo XIX), y conserva varios edificios de la época.



Tras una pequeña visita, nos dirigimos a nuestro siguiente destino Glenorchy, pequeñísima y tranquila localidad 40 kilómetros de Queenstown a la que se llega por una carretera que bordea el lago Wakatipu (mismo lago baña las orillas de Queenstown). 

En el camino nos encontramos una urbanización con muchos  buzones de correos en fila, y algunos de ellos de lo mas curioso.


microondas, cafeteras o barril de cerveza como buzones
El día comienza a despejarse, el color del agua es de un azul turquesa precioso y a mitad de camino entre Queenstown y Glenorchy, parece que Nueva Zelanda quiere agradecernos nuestra visita y como despedida nos regala este espectáculo.











Nos quedamos con la boca abierta,  las montañas, el lago,  el cielo, las nubes y el sol parecían haberse de acuerdo para dejar en nuestras retinas un paisaje que nos dejó sin palabras y que será sin duda nuestro mejor recuerdo de este país  que tiene la naturaleza mas bonita de cuantos hemos visitado,  ha merecido la pena el paseíto desde España.

Nos tomamos un café en Glenorchy  y regresamos a Queenstown para preparar las maletas, mañana volamos a la isla norte: Auckland, donde pasaremos una noche para al día siguiente volar a Los Angeles.



  

Adios Nueva Zelanda

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